Todos los hogares deberían tener una bolsa nevera por dos buenas razones:
En primer lugar, mantiene fríos los alimentos de la nevera y el congelador cuando se hace la compra. Esto es fundamentalmente importante y especialmente difícil en los meses más cálidos sin una bolsa nevera. Porque al transportar los alimentos en un coche caliente o a la luz del sol, la pizza, por ejemplo, se descongela o el queso se calienta hasta que se guarda en casa para su posterior enfriamiento.
Por otro lado, una bolsa refrigerante aumenta el disfrute de cada picnic: las ensaladas y los bocadillos se mantienen frescos y las bebidas bien frías. El forro interior térmico de nuestra bolsa nevera reisenthel, por ejemplo, es muy grueso, por lo que garantiza una capacidad de refrigeración especialmente alta. La tapa se cierra herméticamente con una práctica cremallera bidireccional.